tomando cerveza en Brujas
Bélgica, tiene varias ciudades esplendidas, pero ninguna tan cautivadora como Brujas. Hasta parece salida de un cuento de hadas, y su aire romántico es único, sus canales medievales, sus puentes, sus calles empedradas y especialmente su hermoso lago de cisnes no en vano es llamado El Lago del Amor (Minnewater).
A Brujas es fácil recorrerla caminando, comenzando por sus canales, para luego recorrer sus plazas más importantes la Burg y la Markt.
En la Plaza Burg además del Ayuntamiento se encuentra la Basílica de la Santa Sangre, donde se conserva la reliquia de la Santa Sangre de Cristo, dicen fue traída por el Conde de Flandes desde Jerusalén durante la segunda cruzada.
La ciudad también cuenta con varios museos y en la Iglesia de Nuestra Señora, está la escultura de la Madonna con el Niño, al parecer la única escultura de Miguel Ángel que salió de Italia mientras el vivía.
La Plaza Mayor "Markt", llena de cafecitos y restaurantes, es famosa por su campanario Gótico de 83 metros (Belfort).
Advertencia: Si eres Chocolateholic o chocolate junkie, mejor dicho adicto al chocolate, tienes que tener mucho cuidado en Bélgica, ya que podrias tener una sobredosis, especialmente las pralines Godiva y Nirvana. A mi particularmente ¡me encantaron los Waffles con chocolate!
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